¿Cuántas veces hemos escuchado esta afirmación?....que facil es echarle la culpa a lo ajeno sin pensar que "el cuerpo" lo que hace es adaptarse rápidamente...muy rápidamente al estilo de vida que llevamos.
Me quejaba hace cinco días, cuando salí a trotar por El Puerto de Santa María (lugar donde dormía entre examen y examen de opos) y me notaba pesadísimo y muy lento, de perder la forma en dos semanas...que injusto para los ocho meses que llevaba entrenando medio en condiciones. Pero más injusta es esa afirmación, pues con salir cuatro días seguidos me veo casi como antes.
¿No sería más acertado decir "qué sabio es el cuerpo"?. El caso es que nos quejamos de vicio porque, al margen de toda forma física, grácias a esos meses de entrenamiento (sobre todo gracias a la piscina) no he tenido ni una sola molestia en la espalda a pesar de la cantidad de horas sentado, estudiando, -del piano al escritorio y vuelta- que he acumulado en algo más de un mes. Otros compañeros de profesión están echos polvo a estas alturas y a mí se me ocurre decir "que desagradecido es el cuerpo"....GRANDÍSIMA CHORRADA.
Además, ya casi he terminado mi odisea opositora (el miercoles 14 última prueba) y ya estoy entrenado casi como antes cara a los tres dias de Pirineos, más que nada para disfrutarlos y no sufrir mucho.
De momento he cambiado la vista de mi blog, como se puede apreciar, haciendo un guiño a esas montañas que veremos y al fresquito que ya se va echando de menos.
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