Triatlón de Sevilla

Un muesca más en la culata de mi experiencia.....

Así y no de otro modo quiero ver mi primera experiencia sobre un triatlón olímpico, porque hubo un momento de casi abandono obligado que, de un modo que no se debe hacer, conseguí superar.

Amanecía un día caluroso por Torremolinos, dando buena fe de ello mientras metía todo el material necesario en el coche con la mente puesta en el Olímpico donde tenía cita a las 16h en Sevilla ("si aquí hace calor...no quiero pensar en el que pillaremos allí", me dije). En toda esta semana había estado pensando si llevar cámara de repuesto y bomba, o no, y organizando las cosas del maletero decidí guardar los repuestos en la mochila y llenar solo medio bidón de sales para  ir "ligerito de peso". Mal asunto.

Pues nada, todo perfecto, el viaje de 2 horitas, el aparcamiento OK (cerquita de la salida), la pasta que me comí 3h antes...perfecta, brisa medio fresca.....y tras el checking al agua a calentar. Sensaciones muy buenas.

Comienza la carrera, agobio en la primera boya, pero la salvamos y salgo del agua bastante bien (para mi natación), entero y con ganas. Juanma (compañero de profesión, y tio genial donde los haya) me da un grito de ánimo que me da un subidón de la leche, acelero la carrera  hacia la bici y hago una transición super rápida, pero en la segunda curva, justo después de haber cerrado los velcros de las zapatillas......pshhh, psh, psh psh: "coño, ¿se me ha metido algo entre las ruedas?....no, mierda he pinchado!!! y no llevo cámara (mala elección) ¿que hago? me bajo y a tomar por...sigo hasta el final (40km) pinchado...tantos kilómetros para no terminar...voy a seguir. 

Me pasa ciento y la madre (aunque iba a 30km/h) y con mucho cuidado en las curvas le doy vueltas al tarro y pienso que al llegar a meta me retiro, no se puede seguir así tantos kilometros....Termino los primeros 10km habiendo perdido un mogollón de tiempo y en la zona de salida pienso en no retirarme, y aquí viene la odisea. 

1. Busco a María para que me dé las llaves del coche y poder cambiar la cámara (cosa que no se debe hacer porque las ayudas están prohibidas) pero lo que quiero es llegar a meta como sea, aunque me descalifiquen.
2. No la encuentro y sigo paseándome a pié intentando encontrarla. 
3. Veo a Irene, la mujer de Carlitos (compi del club) y le pido el movil para llamar a María.
4. El movil está apagado. Lo enciende. Música de bienvenida, saludos del movil, y llamamos. No lo coge, llamamos otra vez, se corta, otra vez y ..."María ven a la salida corriendo porfa que he pinchao"
5. Me da las llaves del coche (que estaba cerca), voy corriendo, y....no están las cosas....joder, están en la mochila del guardarropa.
6. Voy al guardarropa, retiro la mochila y vuelvo a la carretera para cambiar allí la rueda.
7. Consigo cambiar la cámara en 1 minuto y no encuentro la bomba....la dejé en el coche.
8. Se forma un corro alrrededor mío, yo agobiado, y un espectador en bici me presta su bomba.
9. Diós, por fín. La gente aplaude y me dá otro subidón....emociona bastante.

Se que no se debe hacer y no es legal, pero, vuelvo a repetir, quería terminar como fuera. No me jugaba nada y no le hacía daño a nadie.

A partir de aquí fue todo genial, hice una vuelta entera con los de cabeza (a 43-46 por hora) muy cómodo, seguí con otro grupo otra vuelta, y la última solo (38-42 po hora). Transición y carrera a pie supercalurosa y con poca agua, pero me encontraba muy suelto, nada cargado de piernas. Paré tranquilamente en los avituallamientos, agua e isotónica a saco y llegada a meta. Prueba superada, no legal, pero superada moralmente.

La semana que viene a Torredelmar, otro Olímpico, con un puertazo de montaña y con recambios para los pinchazos, seguro. Pienso resarcirme.